jueves, 18 de mayo de 2017

MI DEMONIO

MI DEMONIO




Fue el demonio quien me lo dijo,

y me lo dijo un día del mes de Enero,

en un día frío y húmedo,

un día en el que sol no encendió su caldera,

y en que los árboles eran estalatitas caídas del cielo,

y si mi memoria no falla,

os podré contar ésta  historia,

pues yo estaba allí en aquel momento y en aquel instante,

y por tanto, fui testigo de ese hecho histórico.



Ese día, oscuro y negro,

se sitúa  en los principios de los tiempos,

en esos días en que todo era noche,

y la única vida que existía,

eran  larvas que se arrastraban,

y allí estaba yo, sólo yo,

y yo sólo en medio de la nada.



El demonio lucía una túnica gris marrón,

y un tanto sucia y deshilachada,

y su voz era como el ronquido de un león,

 emitía un fuerte olor dulzón,

un olor no sé, dulce, agrio, amargo...

 y sus dientes estaban teñidos de sangre,

sangre negra y demoníaca.



Ese día, me enamoré del demonio,

 vi esos ojos saltones llenos de venas hinchadas,

 ese rabo tan peludo y tan largo,

que me quedé colgado como un murciélago,

.....mi fiera, mi diablillo, mi pantera,

y ese fuego que salía por su boca,

y ese color rojo de su cuerpo,

y sus curvas insinuantes,

......ay mi diablo, mi satán, mi tesoro,

que enamorado me he quedado.



Así fue como nació el amor entre nosotros,

fue un amor a primera vista,

un amor loco, un amor ciego,

 un amor de los auténticos,

y desde ese día y a la hora  del aperitivo,

paseamos siempre juntos y cogidos de la mano.

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