EL TREN DE LA VIDA
Cuando llegue mi hora
y cuando mi hora llegue,
os dejaré escrito un deseo,
desearé suerte a los que quedan,
pediré lo mejor para mis hijos,
y me despediré con una última mirada,
y en absoluto silencio
y solo roto por el sonido de mi respiración agónica,
diré mi adiós para siempre.
Cuando yo me vaya,
no me temblará el pulso,
ni siquiera derramaré una Lágrima,
...ante la muerte, seré un digno guerrero,
y entonces y solo entonces os contaré mi último secreto:
La vida me ha dado y yo la he correspondido,
pero he llegado muchas veces tarde,
y es que han pasado trenes y más trenes repletos de sentimientos
y que después, se fueron perdiendo en el lejano horizonte,
y yo mientras tanto, pensando en coger el siguiente.
Pero que sería de mi sin mis dudas
y mis meteduras de pata,
que sería de mi sin mis vacilaciones
y si por sirve de algo
y además, tengo necesidad de decirlo,
¡súbete al primer tren que pase por tu vida!
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